En medio de una escalada de violencia -que ya lleva 107 crímenes en los primeros 130 días del año- y ante la demora de la llegada de los 300 gendarmes a Rosario, se conoció en las últimas horas que reubicarán a un número de agentes federales que patrullaban en la zona de Oroño y Pellegrini para que continúan sus tareas en cuatro barrios álgidos de la ciudad. En tanto, la zona céntrica será controlada por la Policía Comunitaria.
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La noticias se conoció tras la reunión mantenida entre el comandante Ricardo Castillo, referentes de las fuerzas federales, representantes del Ministerio de Seguridad y el Municipio. En el encuentro se dictaminó que los gendarmes sean destinados a los sectores de “Tablada, Villa Banana, Larrea y Ludueña”. Lugares donde se registraron los mayores hechos violentos del 2022.
Por otro lado, los 300 agentes federales prometidos a Rosario para el mes de mayo irán desembarcando en tandas de 50 efectivos y se concretará 15 días más tarde de lo anunciado, a mediados de junio.
La promesa de incorporar ese número de gendarmes a los 575 que desembarcaron el último 14 de octubre fue anunciada por Perotti y Javkin, quienes recurrieron a las oficinas de Alberto Fernández para reclamar ante el incumplimiento del arribo de mil efectivos para abril, más la construcción del nuevo destacamento de Gendarmería en un predio de avenida Newbery en zona noroeste.