La mujer quedó enganchada del agarre del colectivo con el anillo que llevaba en su dedo anular por lo que sufrió la amputación total del mismo. El 21 de julio de 2016 se encontraba a bordo del colectivo 35/9 y cuando se disponía a descender en Laprida y Pellegrini repentinamente quedó enganchada del agarre del colectivo con el anillo.
En la demanda se destacó que “que su dedo se enganchó producto de un desperfecto en la baranda de agarre del colectivo, y en el momento en que se le trabó el dedo, el colectivo hizo un sacudón importante, producto del cual perdió el dedo”.
Un perito ingeniero mecánico expresó en su dictamen que “técnicamente es posible que al engancharse un anillo, que estuviera en el dedo de una persona, el peso propio de la misma al quedar suspendido desde él, ejerce sobre el anillo una fuerza tal que desgarra el dedo anular hasta que el mismo se desprende de la
mano”.
Como consecuencia del grave accidente fue trasladada en un auto particular al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez donde le realizaron limpieza, amputación total del dedo anular y sutura. En la resolución el juez en lo civil y comercial Marcelo Quaglia afirmó que “en materia de daños por riesgo o vicio de la cosa o del servicio, la responsabilidad se extiende a la totalidad de proveedores que han participado en la operación comercial”.
Agregó que “el demandado está obligado a hacer llegar al pasajero sano y salvo a destino”. Por los daños y la incapacidad sufridos por la pasajera el juez condenó a Rosario Bus a abonarle 656.500 pesos, más los intereses correspondientes.
La resolución se encuentra apelada.