El año 2022 recién comienza a hacer sus primeros índices y estadísticas con un almanaque que recién muestra menos de una quincena del segundo mes del año. Sin embargo, el número que contabiliza la cantidad de situaciones vinculadas a balaceras en la ciudad, ya lleva dos centenas: 200 balaceras en 40 días. Una locura.
Desde el Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe, plantean siempre que esto no se resuelve de la noche a la mañana, y que se está trabajando en distintas tareas de investigación y allanamientos para dar con las bandas que se encargan de las amenazas y balaceras que atormentan a la ciudad. Desde la Municipalidad de Rosario plantean los reclamos para que “nos cuiden” y hasta se habló en campaña de “ir por la autonomía de la ciudad” para tener una policía propia, pero las vacaciones bajaron los decibeles de ese pedido. El sistema carcelario y judicial se encuentra desbordado entre presos, casos e investigaciones y la sensación que tiene la sociedad, es que todos tienen una excusa que genera en la escalada de violencia que sigue creciendo en la ciudad.
Las amenazas y balaceras ya terminaron con por lo menos dos comercios (una carnicería y una concesionaria de autos) que decidieron cerrar sus puertas ante las amenazas y balas recibidas en el frente de sus negocios. Algunos vecinos también se han ido de sus hogares en los que vivieron durante años por tener la mala suerte que delincuentes decidieron empezar a pedirle “seguridad” o que se vayan del lugar para poder ocupar su casa y convertirla en un bunker de venta de drogas.
Los días pasan y las balaceras lejos de mermar siguen creciendo: Las cifras de 200 balaceras en 40 días son lapidarias y parecen demostrar que el diagnóstico está claro, pero que todavía no hay una propuesta o fórmula de Seguridad para tratar de resolver el problema.