Tras el hallazgo de la hija de la cantante Roxana Carabajal, que se encontraba con su padre en una casa en la ciudad y en buen estado de salud, se conocieron detalles escalofriantes vinculados al caso, constatados en el domicilio del hombre en Carcarañá.
El hermano del acusado aportó un detalle más a los investigadores: contó que el martes de esa semana, cuando él fue a la casa, se sorprendió al ingresar ya se encontraban esparcidas cruces de sal por el piso, una suerte de ritual esotérico que puede tener diferentes significados.
El testigo contó además que su hermano, quien al menos hasta allí nunca había presentado alteraciones mentales, de acuerdo a su relato, no lo reconoció al entrar, por lo que él se quedó en el lugar hasta que Matías volviera en sí y luego constató que su sobrina se encontrara bien, sin notar ninguna cosa extraña con ella.
Con esa información, más el paradero desconocido de padre e hija, los investigadores requirieron cámaras de la zona del predio y de los accesos a Carcarañá y así constataron que el coche buscado salió de esa ciudad a las 5.15 del viernes por ruta 9 y luego tomó la S26 hasta la autopista, con Rosario como destino final.
Este martes, momentos antes de encontrar a las dos personas buscadas en una casa de Anchorena al 200 bis (zona sur, domicilio de un allegado del sospechoso), el ex de Roxana Carabajal se topó en su coche un control vehicular en cercanías del lugar –que habrían dispuesto en el marco de la búsqueda– y lo evadió conduciendo marcha atrás, poniendo en peligro tanto a la nena como a agentes de la Agencia de Investigación Criminal que intervenían y que lo atraparon más tarde en el citado domicilio.