Durante el debate sobre el nuevo plan de movilidad urbana impulsado por el Concejo Municipal de Rosario, un relevamiento realizado por la concejala Anahí Schibelbein identificó cuáles son las esquinas más conflictivas del centro en términos de contaminación sonora. El objetivo fue determinar los puntos críticos del microcentro donde se registran mayores niveles de ruido, afectando a peatones, conductores y especialmente a vecinos frentistas.
La esquina más problemática es la intersección de Santa Fe y Paraguay, donde confluyen diariamente 30 líneas de colectivos. Según los resultados presentados por el equipo técnico de la concejala Schibelbein, esta esquina supera en horario pico los 100 decibeles, un nivel considerado extremadamente dañino, dado que la Organización Mundial de la Salud establece como límite máximo aceptable los 65 decibeles.
La concejala Schibelbein expresó preocupación por este punto crítico y destacó la urgencia de que el Ejecutivo municipal evalúe nuevamente la ubicación de los carriles exclusivos establecidos desde 2011. Según manifestó, “es necesario revisar el esquema actual, porque no es lógico ni sustentable concentrar tantas líneas de transporte en una única arteria, generando un daño acústico considerable”.
En el relevamiento también se identificaron otras esquinas del microcentro rosarino que presentan altos niveles de contaminación sonora. Entre ellas destacan Córdoba y Corrientes, con picos registrados de 96 decibeles, y San Luis y Entre Ríos, donde se alcanzaron los 92 decibeles. Estas cifras son preocupantes considerando que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cualquier ruido que supere los 65 decibeles es nocivo para la salud.
Vecinos y comerciantes vienen denunciando desde hace tiempo las molestias ocasionadas por esta situación. La constante exposición a niveles altos de ruido afecta especialmente la calidad de vida de quienes habitan en los edificios de la zona. Por otro lado, peatones y usuarios del transporte público también experimentan estrés auditivo permanente, lo que empeora aún más en horas pico, generando condiciones adversas para la convivencia urbana.
Ante este panorama, Schibelbein elevó al Concejo Municipal un proyecto solicitando al Ejecutivo que realice una evaluación exhaustiva sobre la vigencia y ubicación de los carriles exclusivos. El objetivo es considerar posibles modificaciones que permitan redistribuir mejor el tránsito, mejorar la circulación en el microcentro y reducir el nivel de contaminación acústica.
La iniciativa apunta a incorporar criterios actualizados sobre la movilidad urbana en Rosario, considerando la realidad actual del tránsito, que claramente no es la misma que la planteada hace más de una década atrás.