El intendente Pablo Javkin descartó un nuevo incremento de la tarifa de transporte urbano de pasajeros (TUP) para lo que resta del año, pero anticipó que es muy probable que haya que retocar la tarifa en los primeros meses del año que viene, a partir de la implementación de la tarjeta Sube y el monitoreo de los índices de la inflación. Si bien hubo una mayor recaudación —en el orden del 12%—, no alcanza a paliar el desfasaje que padece el sistema. “Resulta imposible llevarla al costo real del boleto”, admitió.
Desde el lunes 26 de septiembre, la tarifa básica del transporte urbano cuesta $85; la Tarjeta Laboral o de Uso Frecuente, con valor bonificado en cargas de 40 viajes, es de $73,23; y con valor bonificado en cargas de 80 viajes, de $69,12. Esos precios podrían verse retocados con el correr del año que viene.
“Hasta que termine el año no habrá aumentos, aunque seguramente veremos en enero y febrero de acuerdo a la evolución de la inflación; no lo podemos descartar. Sí que en diciembre queda descartado”, comentó Javkin.
Según explicó, con la implementación de la tarjeta Sube, habrá un impacto directo en la recaudación y por tal motivo ya evalúan un incremento para acercar cifras al costo real que obedece el sistema.
“Con la tarjeta Sube, al tener los atributos sociales (AUH, personal doméstico, jubilados, Ex Combatientes de Malvinas), impacta sobre la tarifa del servicio de transporte y es un elemento que cambia mucho”, explicó.
También destacó que el sistema local experimentó “un 12% de recaudación mayor, pero en términos relativos la tarifa está absolutamente desfasada, pero resulta imposible llevarla a a valores reales”.
El primer aumento de la tarifa durante este años comenzó a regir el 2 de febrero, cuando pasó de $49,50 a $59,35, lo que implicó un incremento del 19,9%. Tras ese aumento, el 23 de mayo subió a $69,50, con un estudio de costos que arrojaba $105,60.
No obstante, el 30 de agosto, el Ente de la Movilidad de Rosario aprobó el análisis de junio, que arrojó un valor por pasajero de $121,73.