En un contexto económico desafiante y con crecientes preocupaciones en torno a los contratos de alquiler, un reciente informe del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (COCIR) revela que el nivel de morosidad en los contratos vigentes es bajo. Solo el 3,3% de los contratos presentaron mora en los últimos tres meses, según una encuesta realizada entre los días 4 y 7 de octubre de 2024, a 270 inmobiliarias de la ciudad. Estas inmobiliarias administran un total de 25.756 viviendas, lo que brinda un panorama amplio y representativo del mercado local.
El estudio fue llevado a cabo por corredores matriculados de COCIR, y los datos fueron procesados por el Instituto de Investigaciones Económicas de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadística de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). La presidenta de COCIR, Gabriela Ortíz de Urbina, destacó la importancia de este tipo de estudios, mencionando que el informe “marca claramente la relevancia del trabajo de los profesionales matriculados, asesorando y acompañando a los inquilinos para que puedan tomar buenas decisiones, incluso en momentos económicos complicados”.
Una situación de mora controlada
La encuesta, coordinada por Alejandro Bassini, jefe del Departamento de Estadística de COCIR, tenía como objetivo ofrecer información clara y precisa sobre la morosidad en los contratos de alquiler en Rosario. Esto, ante las inquietudes de la opinión pública sobre posibles niveles de incumplimiento. “En las últimas semanas se generó cierto nerviosismo en torno a los niveles de morosidad, por lo que decidimos realizar una encuesta para tener un panorama real de lo que está sucediendo en el mercado de alquileres”, explicó Bassini.
Los resultados arrojados por la encuesta indican que el nivel de morosidad en el pago de alquileres es del 3,3% sobre los contratos vigentes, un porcentaje relativamente bajo en comparación con las expectativas del sector. Este dato refleja que, a pesar del contexto económico complejo, la mayoría de los inquilinos han logrado cumplir con sus obligaciones contractuales.
Rescisión de contratos y cambios en las condiciones de alquiler
Otro aspecto relevante del informe es que solo el 1,9% de los contratos vigentes tuvo que ser rescindido debido a la imposibilidad de pago por parte de los inquilinos. Además, el 1,8% de los contratos fueron renegociados a menor valor, debido a que algunos inquilinos no pudieron afrontar los costos originales y tuvieron que optar por inmuebles más económicos. Esto demuestra que, aunque hay casos de dificultades económicas, la mayoría de los contratos se han mantenido en pie, con un esfuerzo notable de los inquilinos por adaptarse a las circunstancias.
El informe también destaca que el 8,1% de los contratos vigentes fueron renegociados debido a que los ajustes de alquiler superaron el valor de mercado. En estos casos, las inmobiliarias y los propietarios han optado por renegociar para evitar que los inquilinos abandonen las propiedades, lo cual refleja la flexibilidad de ambas partes para mantener los contratos activos. “La principal dificultad que tienen los inquilinos en este contexto tiene más que ver con mantener al día expensas, tarifas e impuestos, más que con el pago del alquiler”, opinó Bassini. Esto pone en evidencia que el costo de vida en general está generando más dificultades que el pago del propio alquiler, lo cual podría ser una señal de alerta para las autoridades y el mercado.
La importancia del trabajo profesional en el mercado inmobiliario
El informe subraya la importancia del rol de los corredores inmobiliarios matriculados en el acompañamiento tanto a propietarios como a inquilinos, para encontrar soluciones viables en un contexto económico complicado. “Este tipo de estudios son cruciales para ofrecer un panorama claro de la situación real del mercado y evitar caer en generalizaciones que no reflejan la realidad”, comentó Ortíz de Urbina.
La presidenta de COCIR destacó también el esfuerzo conjunto entre el Departamento de Estadística de COCIR y la UNR para ofrecer datos precisos, no solo para los profesionales matriculados, sino también para la sociedad en general. Esto es clave para mantener la transparencia y la confianza en un mercado que, a menudo, está sujeto a fluctuaciones económicas.