Este martes, en una audiencia desarrollada en el Centro de Justicia Penal, el juez de Primera Instancia, Ismael Manfrín, aprobó un acuerdo de procedimiento abreviado presentado por la Fiscalía, avalado por la Defensa y las partes involucradas. Como resultado, Celeste Barjollo fue condenada a 4 años de prisión efectiva por los delitos de asociación ilícita y comercio de estupefacientes como partícipe primaria, ambos en concurso real. Además, se dispuso el decomiso de bienes relacionados con las actividades ilícitas, entre ellos, una máquina contadora de billetes, $244.800 en efectivo, 1.800 dólares estadounidenses, un lavarropas marca Whirlpool, municiones calibre .40 S&W, un DVR, un chip de telefonía móvil, y dos automóviles: un Peugeot 308 y un Volkswagen Virtus.
La estructura delictiva liderada por Gastón Schneider
De acuerdo con el fiscal Franco Carbone, Barjollo integraba una organización criminal encabezada por Gastón Schneider, junto a otras personas. Esta asociación tenía como objetivo principal ejecutar múltiples delitos, entre ellos tentativas de homicidio, uso y portación de armas de fuego —incluidas armas de guerra—, robos, amenazas, y encubrimientos de crímenes. Sus actividades buscaban generar beneficios económicos mediante prácticas ilícitas, como usurpaciones, extorsiones y la expulsión de bandas rivales de sus áreas de influencia, ubicadas principalmente en barrios de la zona sur de Rosario, como La Paloma, Saladillo, La Carne, Roque Sáenz Peña y Molino Blanco.
El accionar delictivo de esta organización quedó evidenciado desde septiembre de 2022, cuando se registró el homicidio de Jonatan Nicolás Schneider, tío de Gastón Schneider. A pesar de las detenciones realizadas, al menos ocho personas permanecen prófugas desde julio de 2023.
El rol de Barjollo dentro de la asociación
Gastón Schneider, quien cumple condena en la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero, dirigía las operaciones desde prisión utilizando teléfonos móviles de manera ilegal. Celeste Evelyn Barjollo, pareja de Brandon Aramburu —miembro de una estructura más amplia liderada por Luciano Cantero—, actuaba como administradora de los fondos obtenidos ilícitamente, reportando directamente a Schneider y enviándole comprobantes de las transferencias recibidas.
Entre abril y junio de 2023, Barjollo desempeñó un rol clave al gestionar los ingresos de la organización, que provenían tanto de actividades delictivas como de la comercialización de estupefacientes dentro del penal.
Narcotráfico en la Unidad Penitenciaria Nº 11
Según la investigación, Barjollo y Aramburu participaron en la distribución de drogas dentro del pabellón 6 del penal de Piñero. Aprovechando su posición como delegado del pabellón, Aramburu organizaba el ingreso semanal de aproximadamente 100 gramos de cocaína y 100 gramos de marihuana, facilitado por mujeres visitantes de internos en situación de embarazo.
Una vez dentro, la droga era fraccionada para su venta al menudeo entre los reclusos. Los pagos se realizaban mediante transferencias bancarias a las cuentas virtuales de Barjollo, quien, en un período de 18 meses, recibió 1.071 transferencias de 66 personas relacionadas con 50 internos, acumulando un total de $14.309.771.
Aunque varios miembros de esta organización criminal han sido procesados, la investigación continúa para desmantelar por completo la estructura y capturar a los prófugos. El caso pone en evidencia la complejidad del entramado delictivo en Rosario y la capacidad de estas organizaciones para operar incluso desde prisión.