La policía de Santa Fe tapió dos inmuebles en barrio Santa Lucía este jueves por la mañana, por haber estado ligados a resonantes crímenes ocurridos en marzo de este año en la ciudad.
Según indicaron, desde una de las construcciones salió el menor de edad que asesinó al playero Bruno Bussanich mientras que del otro es donde se digitó ese ataque y también el que terminó con la vida de Marcos Daloia, chofer de la línea K.
Al respecto, el fiscal Spelta dió más detalles sobre el procedimiento: “En Misiones al 2100 vivía José Maturano junto con su esposa y desde acá salieron las órdenes para los ataques a los colectivos”
“Además está vinculado con las estaciones de servicio porque a 200 metros fue de donde el menor que realizó los ataques salió con el arma que le fue proveída desde este domicilio por parte de la esposa de Maturano y desde ahí salió a cometer el hecho”, señaló.
Por otra parte, el fiscal comentó que decidieron tapiar los inmuebles porque al no poder comprobarse que los domicilios hayan sido punto de ventas de drogas, todavía no recibieron el permiso para tirarlo abajo. Es por este motivo que ordenaron el cerramiento de los mismos.
Además, Spelta remarcó que una de las dos casas había sido allanada en su momento con el objetivo de encontrar a Maturano. “En el domicilio se encontraba su esposa de apellido García. Pero hasta ese momento nosotros no teníamos la declaración del menor que había dicho que fue ella la que le proveyó la nota intimidatoria y el arma en el domicilio que es el segundo”.
“Es un punto bastante estratégico, nosotros estuvimos en la segunda planta y desde ahí tienen acceso al lugar desde donde vinieron, según declaró el autor del homicidio de Bussanich, caminando por Circunvalación e ingresaron al barrio”, agregó el fiscal.