La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, respondió con contundencia a las acusaciones del dictador venezolano Nicolás Maduro, quien señaló al gendarme argentino Nahuel Gallo de planificar un supuesto atentado contra Delcy Rodríguez, vicepresidente del régimen chavista.
“Escuchame bien, Maduro: tus mentiras no te van a salvar. Acusar sin pruebas a Nahuel Gallo de un complot ridículo solo expone la desesperación de tu régimen asesino, que está llegando a su fin”, escribió Bullrich en la red social X, exigiendo la liberación inmediata del detenido.
La ministra también calificó las acusaciones de Maduro como un “delirio” y advirtió que Argentina no tolerará este tipo de atropellos. Su mensaje se sumó a otras voces del gobierno, como la del vocero presidencial Manuel Adorni, quien expresó: “Los dictadores, además de ser cobardes, son profundamente mentirosos. Fin”.
Escuchame bien, Maduro: tus mentiras no te van a salvar. Acusar sin pruebas a Nahuel Gallo de un complot ridículo solo expone la desesperación de tu régimen asesino, que está llegando a su fin. Al delirio de un asesino de su propio pueblo no hay palabras con que responderle. La… https://t.co/QR1hNoy4pl
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) January 7, 2025
Las acusaciones de Maduro
En una alocución pública, Maduro aseguró que Gallo formaba parte de un plan para atentar contra la vida de Delcy Rodríguez. “Venían desde el sur de América con planes específicos para intentar atentar contra la vida de la vicepresidenta. Dios la cuide y la proteja”, manifestó el mandatario venezolano, quien también vinculó al gobierno argentino encabezado por Javier Milei con estos supuestos planes violentos.
Maduro, además, puso en duda los motivos del viaje de Gallo a Venezuela. “Es mentira que vino a visitar a su familia o que tenía una novia aquí. Ese señor tiene esposa e hijos en Argentina”, afirmó, en un intento de deslegitimar las explicaciones sobre la presencia del gendarme en el país.
Reacciones en Argentina
El caso de Nahuel Gallo ha generado indignación en el gobierno argentino, que considera las acusaciones como una maniobra para desviar la atención de los problemas internos en Venezuela. La respuesta de Bullrich, conocida por su estilo frontal, refleja la postura oficial de rechazo a lo que describen como un acto de hostigamiento injustificado hacia un ciudadano argentino.
Mientras tanto, organizaciones internacionales de derechos humanos y sectores diplomáticos están atentos al desarrollo de la situación, en un contexto de creciente tensión entre ambos países. La liberación de Nahuel Gallo se ha convertido en una prioridad para la administración argentina, que busca presionar al régimen venezolano para que revierta esta decisión.