Ema, un joven paciente oncológico con síndrome de Down, está atravesando una compleja situación de salud. Actualmente, se encuentra recibiendo tratamiento de quimioterapia, al cual se le sumó un sangrado reciente, que aún está siendo evaluado por los médicos. Sin embargo, el principal obstáculo que enfrenta su familia es la deficiente cobertura brindada por la obra social OSIAD, que solo cubre el 70% de los costos de los tratamientos y procedimientos necesarios, según lo informado por su auditoría interna.
La madre de Ema, quien también es paciente con certificado de discapacidad, denunció que cada vez que necesita algún servicio de la obra social, el proceso se vuelve excesivamente burocrático. Como ejemplo de esta problemática, relata que desde julio ha estado solicitando un asistente domiciliario para su hijo, un servicio que no ha sido aprobado aún debido a la falta de un “plan de trabajo” solicitado por la obra social. “Es una falta de respeto total”, afirma, indignada por la burocracia que retrasa la asistencia urgente para el cuidado de Ema. “Con la urgencia con la que se solicita dicho servicio, lo atrasan por el solo hecho de necesitar un papel que diga ‘tareas de higiene y acompañamiento’. ¿Qué más se puede hacer con un paciente oncológico?”, cuestiona, exigiendo respuestas a OSIAD.
La familia ha recurrido a la solidaridad de la comunidad para afrontar los gastos no cubiertos por la obra social, organizando rifas y recibiendo donaciones para comprar productos básicos que son vitales para el bienestar de Ema, como Ensure, Hipoglós y lidocaína, entre otros insumos que OSIAD considera innecesarios. “No sé con qué palabras exactas hay que pedir ayuda. Nos exprimen a más no poder. Si dejara a mi hijo solo, lo último que me dirían es ‘mala madre’, pero mientras pido ayuda, me ignoran”, denuncia la madre.
Además de enfrentar el desafío de cuidar a su hijo, la madre señala que el padre de Ema dejó de verlo nuevamente después de su primera internación, lo que la deja completamente sola para sobrellevar la situación. “Estoy pidiendo visibilidad para la situación de dos personas totalmente vulnerables. No estamos hablando de un paciente más, es un paciente oncológico con síndrome de Down bajo la tutela de una madre sola”, concluye.
La lucha de esta familia es un claro reflejo de las dificultades que muchos pacientes oncológicos y sus familiares enfrentan cuando las obras sociales no brindan la cobertura y el apoyo adecuados, dejando a personas en situaciones críticas desamparadas ante la burocracia.