Las líneas 129 y 130 no ingresaban este martes a la mañana al barrio Acindar, ubicado en el sudoeste de Rosario luego de que anoche una unidad de la línea 130 fue atacada a balazos. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) tiene previsto reunirse con autoridades a fin de promover garantías de seguridad para los trabajadores. Mientras tanto, los usuarios de la zona lamentaban la falta del medio de transporte.
“Lo decidimos una vez ocurrido lo que todos ya sabemos que pasó”. “Hasta el primer servicio de hoy y durante el dia de hoy vamos a tratar de tener reuniones con los responsables de seguridad para ver qué tipo de garantías nos pueden dar para que podamos ingresar”, indicó el secretario general de la UTA Rosario, Sergio Copello.
Consultado sobre qué es posible hacer ante este la sucesión de ataques al transporte público, lanzó: “No lo saben ellos, no lo voy a saber yo” y añadió: “Creo que, lamentablemente, estos personajes encontraron esta modalidad de usar gente inocente para dejar mensajes. Si saben de qué pabellón son, de qué cárcel son, ¿por qué no se lo dan? Y así dejan de atacar a gente como nuestra familia, como César Roldán, asesinado sin nada que ver, manejando un colectivo cuando no debía y anoche el compañero que estaba en la punta de línea. Menos mal que no estaba en el volante”.
“Será que quieren que no funcionen los colectivos”, profundizó con relación a los posibles motivos detrás de los ataques. “Han encontrado en el transporte un vínculo para hacerse notar, pero también lo han encontrado en otros negocios locales, con la impunidad de ir en bicicleta”, completó.
Del otro lado, los usuarios de ambas líneas que habitan barrio Acindar sufrían, por estas horas, las complicaciones que desata la ausencia del servicio. En su representación, habló con la emisora, Graciela Guidobaldi, presidenta de la vecinal de barrio Acindar: “No entran ni el 129 ni el 130 en este momento al barrio. Fue terrible lo que pasó y a lo que están expuestos los choferes, pero el resto de la población estamos en las mismas condiciones, entonces ¿qué deberíamos hacer? ¿Apagar la luz y cerrar el resto de la ciudad?”; cuestionó.
“Es enorme la cantidad de gente que se toma esos colectivos”, manifestó y aseguró que “no hay otra posibilidad, sino caminar hasta Ovidio Lagos o Francia, pero no hay tantas alternativas”.
La dirigente barrial comentó que cortaron el diálogo con el Ente de la Movilidad: “Desde el 4 de enero, no tenemos comunicación fluida con nadie, luego de que estuvimos en desacuerdo con lo que ellos nos dicen y lo que se ve en las calles en materia transporte”, dijo y reiteró: “No tenemos un buen transporte en Rosario, lo expusimos y se cortó la comunicación”.