Después de las denuncias sobre la retención de alimentos, algunos de los cuales estaban cerca de su fecha de vencimiento, en dos depósitos gestionados por el Ministerio Nacional de Capital Humano, se desató un escándalo que llevó a una orden judicial para establecer un cronograma de distribución. Este martes se informó que parte de la leche en polvo, que corría el riesgo de ser desechada, será enviada a Rosario. Sin embargo, no será distribuida directamente por el ministerio encabezado por Sandra Pettovello, sino a través de un acuerdo con la Fundación Cooperadora para la Nutrición Infantil (Conin), fundada por el pediatra y miembro del Opus Dei Abel Albino.
Rosario recibirá 8 mil de los 465 mil kilos de leche en polvo que estaban almacenados sin distribuir en un depósito en Villa Martelli, Buenos Aires, hasta que se reveló la situación. La distribución logística, según ordenó Pettovello, será realizada por el personal del Ejército. En Rosario, la Fundación Camino, representante local de Conin, se encargará de recibir la leche. Esta fundación tiene tres centros: en Polledo 2815, barrio Nuevo Alberdi (zona norte), en la Capilla San Juan María Vianney de barrio Cabín 9 (zona noroeste, cerca de Pérez), y en el comedor de la Capilla Dios Padre, en Acevedo y José Ingenieros (barrio Stella Maris, zona oeste). Según la página web de la fundación, atienden a unos 180 niños, 16 madres embarazadas y 45 familias, funcionando entre dos y cuatro días a la semana.
María Eugenia Correa Uriburu, directora ejecutiva de la Fundación Camino, confirmó la cantidad de leche que recibirán y aseguró que ya tienen la logística preparada. “Nos preguntaron cuántos kilos podíamos distribuir y aceptamos la cantidad asignada”, añadió.
Uriburu mencionó que esta partida beneficiará a más de 21.000 personas y destacó: “Para nosotros, la leche es esencial, no solo como bebida, sino también para enriquecer las preparaciones alimenticias para los niños”. Describió la situación en Rosario como grave, indicando que han detectado casos de desnutrición crónica. Además, celebró el acuerdo entre Conin y Capital Humano: “Es una labor que las ONG solas no pueden realizar y el Estado tampoco”, argumentó.
El lunes, el Gobierno nacional firmó un convenio con Conin para distribuir los alimentos próximos a vencer retenidos en los depósitos del Ministerio de Pettovello. Se prevé que la mayor parte de estos alimentos sea destinada a Mendoza, con Conin encargándose de la distribución a través de 64 centros, comedores y merenderos.
La decisión fue inevitable después de que se descubrieran irregularidades en los depósitos de Villa Martelli y Tafí Viejo, Tucumán, donde el ministerio admitió tener seis mil toneladas de alimentos sin distribuir. Esto incluye más de 465 mil kilos de leche en polvo para sectores vulnerables.
Según el acuerdo firmado entre Pettovello y Albino, dos centros Conin en Mendoza recibirán la mayor parte de la leche en polvo: Las Heras recibirá 56.000 kilos y San Martín, 133.366 kilos. Otros 1.440 kilos se enviarán a San Rafael, sumando un total de 190.806 kilos para la provincia.
Entre Ríos recibirá 43.380 kilos de leche para Colonia Ayuí (Concordia), una de las ciudades más pobres de Argentina. Chaco recibirá 23.000 kilos para Roque Sáenz Peña y 16.100 para Barranqueras. Córdoba, Corrientes y Santa Fe recibirán menores cantidades.
Los 69.683 kilos de leche retenidos en Tafí Viejo se distribuirán en la capital de Tucumán, San Miguel de Tucumán.
Buenos Aires recibirá solo 5.129 kilos, distribuidos entre las sedes de Conin en Hurlingham (700 kilos), Merlo (844), San Isidro (400), Vicente López (400), José C. Paz (520), Rincón de Milberg (1.065) y Tandil (1.200).
El lunes por la tarde, tras la firma del convenio con la organización de Albino, cuyos comentarios durante el debate de la ley de interrupción voluntaria del embarazo generaron controversia, los primeros camiones del Ejército llegaron a los depósitos de Villa Martelli para comenzar la carga y entrega de los alimentos.
La denuncia sobre la retención de alimentos por parte de Capital Humano sorprendió al oficialismo libertario, que cambió varias veces su versión a medida que surgían más detalles: primero negaron la existencia de los alimentos, luego dijeron que estaban destinados a emergencias, después que eran para asistencia a poblaciones vulnerables y finalmente admitieron que, de no distribuirse pronto, tendrían que ser descartados. El caso también reveló irregularidades en contrataciones mediante la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). El escándalo sigue, mientras el Gobierno apoya a la ministra desbordada.
