El Aeropuerto Islas Malvinas de Rosario recibió una tres amenaza de bomba en los últimos dos días, deteniendo su actividad sin mayores repercusiones que la tensión protocolar. La primera fue recibida a través de una llamada telefónica por la tarde del viernes, mientras que las otras dos fueron entre el mediodía y la tarde del sábado. Durante la última intimidación, una aeronave oriunda de Buenos Aires debió esperar en pista para desembarcar a sus pasajeros.
La amenaza realizada el viernes tuvo lugar a las 15.30, por lo cual las autoridades debieron evacuar las instalaciones, hasta que pasadas las 16, las actividades se normalizaron.
Lo propio se repitió el sábado. Según lo dicho por la Policía de Seguridad Aeroportuaria y las autoridades del aeropuerto, todo habría sucedido a las 12:15 y 17.15 respectivamente. Los oficiales de seguridad debieron proceder de manera formal y poner en marcha el protocolo correspondiente, que consistió en la evacuación del personal que se encontraba en la aeroestación y prohibió el desembarco de cualquier nave que llegue a la ciudad.
Un avión que llegaba desde Buenos Aires en el momento de la segunda amenaza tuvo que carretear en la pista de aterrizaje y permanecer allí hasta tener la autorización, con una peculiar encomienda: un hígado destinado al trasplante para un niño de 6 años, llamado Benicio, cuyo cuadro se había agravado en los últimos días.
Pasadas las 18 horas, la situación comenzó a normalizarse y los pasajeros pudieron descender de la aeronave al igual que el personal pudo retomar sus lugares de trabajo.
Según le precisó el director del aeropuerto, Eduardo Romagnoli, la primera amenaza ocurrió aproximadamente a las 12.15 mientras que la restante ocurrió a las 17.15. En este segundo caso, ocurrió mientras aterrizaba el vuelo 1700 de Aerolíneas Argentinas desde Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba).
