Este jueves familiares y allegados dieron el último adiós al subinspector Leoncio Bermúdez, quien fue asesinado por criminales el martes pasado, tras irrumpir en el Hospital Provincial para liberar a un detenido.
En medio de escenas de profunda conmoción y enojo de familiares, amigos y compañeros de trabajo del policía asesinado, la banda de música de la Unidad Regional II y una guardia de honor realizaron las honras fúnebres frente al féretro que fue ubicado sobre el vehículo que lo transportó minutos después hacia el cementerio El Salvador.
El sepelio tuvo lugar en una casa velatoria ubicada en Matienzo al 3300, las únicas personas del círculo familiar del policía Bermúdez que accedieron a pronunciar unas palabras a la prensa fueron las cuñadas del policía.
“No hay palabras. Mi hermana (la esposa de Bermúdez) está destrozada, lo mismo su mamá, su abuela, todo el mundo”, dijeron visiblemente conmovidas, y añadieron: “Queremos que se haga justicia. Leoncio estaba trabajando, no es que llevaba a su hija todos los días al trabajo. La nena estuvo quince minutos, fue una puta casualidad. Él era bueno”.