Un escenario vacío

Llega el tan buscado Pacto de Mayo pero en Julio. Milei consiguió una efeméride convenientemente alusiva a sus pretensiones simbólicas y refundacionales. Renombrada como Acta de mayo, se firmará en Tucumán el martes, con motivo de la conmemoración de un nuevo aniversario de la Firma de la Independencia realizada en la Casita de Tucumán el 9 de julio de 1816. Los ausentes se cuentan en buen número.

Los jarrones chinos

El ex presidente Felipe González una vez dijo que los ex presidentes son como jarrones chinos, grandes pero en espacios chicos, con valor, aún por demostrarse, pero que a la vez estorban. Para el caso de Cristina Kirchner y Mauricio Macri, la metáfora queda un poco corta. La de La Plata y el tandilense tienen más coincidencias  las aparentes. Ambos lograron cometidos históricos, la primera es sin duda una de las líderes más importantes del siglo XXI y sus gobiernos de los más recordados, el segundo armó un partido de centro derecha de cero y consiguió ser el primer presidente democrático no peronista de la historia del país. Cuando finalizaron sus mandatos, lejos estuvieron de alejarse de la primera plana política.

CFK delegó en Alberto Fernández la candidatura a presidente 4 años después, colocándose ella como vice. El resultado es conocido por todos. Su alianza es un ejemplo paradigmático de caos político interno, casi indescifrable para cualquiera que no sea alguno de ellos dos. Alejada del poder, Cristina sofoca a los nuevos liderazgo, no solo del peronismo en general sino de su propio espacio. Con breves irrupciones, como su reciente aparición con motivo del aniversario 50 de la muerte de Perón o su acto programado en el mismo horario que el del Gobernador de Buenos Aires meses atrás, o comentarios de sus hijos, naturales, como Máximo, o políticos como intendentes camporistas, tapa el protagonismo y la centralidad que podría capitalizar Kicillof como opositor a Milei.

Macri tras ser presidente organizó correctamente a la oposición en los primeros momentos de debilidad del gobierno de Fernández. Luego la pandemia agrandó la figura de Horacio Rodríguez Larreta. Las tensiones entre ambos aumentaron y Macri comenzó a limarlo y a apostar por Patricia Bullrich. La interna amarilla fue para alquilar para balcones, quienes la vieron de afuera admiten haberla gozado. Máxime si se considera el resultado final: el PRO, sucesor natural y predecible del fracasado gobierno peronista, fuera del balotaje, perdiendo gran número de legisladores. Hoy Macri intenta desplazar a Bullrich de la cúpula del partido, intentando conservar la identidad del PRO respecto de la libertaria, en parte como venganza por haber negociado con Milei por fuera de su ala el cargo de Ministra de Seguridad.

Los dos ex mandatarios reaparecieron en la esfera con una diferencia de tan solo tres días, pero ninguno se subió al escenario. Retomando a Felipe González, explotan la faceta del estorbo más que la de demostrar valor. Incluso Macri, luego de bancar al presidente pero solicitar que cumpla con la resolución de la Corte y envie a la CABA los fondos de la coparticipación que le corresponden, viajó a Inglaterra para disfrutar del Torneo de Wimbledon.

La pregunta sobre ambos ex mandatarios es qué pretenden conservar y para qué. ¿Intentan subirse el precio para vender cara su retirada de la política? ¿Sueñan con un regreso a la primera plana? Solo el tiempo dirá. Ambos dos cuentan con una altísima imagen negativa en la opinión pública que impide pensar en una vuelta triunfal.

Los otros ex presidentes

Volviendo a Tucumán, de los ex presidentes peronistas solo asistiría Adolfo Rodríguez Saá, quien solo gobernó el país durante una semana. Asistencia de menor relevancia. Ni Duhalde, ni los Fernández, aceptaron la invitación. De Isabel Martínez de Perón, la ex presidenta peronista restante, no hubo noticias. En tanto Macri, se dio el lujo de poner en duda su presencia por sus compromisos en el viejo continente, que, al parecer, van más allá de ver tenis. El carácter dubitativo de Maurice, sumado al pedido por la coparticipación, invitan a sospechar sobre sus pretensiones.

Ampliando la pregunta acerca de lo que se conserva de Macri al PRO, la respuesta se vuelve más confusa. El partido amarillo está disuelto, identitaria y estructuralmente. Su ex candidata es funcionaria del Gobierno con el que compitió en las elecciones, bajo las órdenes de un hombre que consideraba inestable emocionalmente. Si bien el PRO apostó por un corrimiento de sus posturas para no sufrir drenaje de votantes por derecha, la estrategia no convenció a sus referentes que pese a mantener su radicalidad contra el kirchnerismo, optaron y optan por la moderación a la hora de proponer reformas. En el léxico de todas sus primeras líneas se ve una puesta en valor de la república o las instituciones, diferenciándose del bukelismo bullrichista/mileísta. Con la excepción de Jorge Macri que a veces declara consonante con el Ejecutivo Nacional y su prédica. A la vez, el PRO perdió su capital como novedad, renovación, cambio. En este contexto, es difícil imaginar qué valores o expectativas que la sociedad demanda hoy, se podrían materializar en forma de votos en las elecciones del 25, de mantenerse muy diferenciado de LLA. El ingeniero Macri no pierde la capacidad de sorprender.

Camino a Tucumán

Los Gobernadores le darán a Milei su foto. No todos, pero un número considerable que rondaría los 16 o 17. Entre las ausencias más importantes se destacan la del gobernador de la provincia con más habitantes, Kicillof, y la de su par de La Rioja, Ricardo Quintela. Ambos mantuvieron posiciones opositoras desde el minuto uno, a diferencia de otros de sus compañeros, y se supo temprano que no acudirían a la cita. Melella, (Tierra del Fuego), se anotó luego entre las bajas e Insfrán (Formosa) y Sergio Ziliotto (La Pampa), terminaron completando la lista. Resta conocer la resolución del santiagueño Zamora, cercano a los mencionados pero con buen diálogo con Guillermo Francos.

Los demás, entre los que se destacan Pullaro y Llaryora, mandatarios clave en estos cuatro años, por proyección (son jóvenes para la política y atraviesan su primer período), tamaño e importancia de sus provincias (con fuertes agro e industria) y ubicación geográfica (cercanía entre sí y con Buenos Aires), llevarán a Tucumán un mensaje. El tiempo de espera y las excusas terminaron. Se le concedió gobernabilidad y una megaley al Presidente y a cambio se espera que haya resultados… y plata. Las provincias tuvieron que sortear las desventuras de la licuadora y motosierra, la mayoría de las veces,         ajustando sus propias cuentas. Los giros de Nación a provincias de este semestre fueron los más flacos en mucho tempo. La coparticipación cayó 12% real respecto del año anterior. El resto de las partidas fueron un 82% menores.

Pisar los fondos de las provincias es un viejo truco al que ningún presidente se ha resistido en el último tiempo. Sobre todo se ha utilizado como elemento de negociación en medio de discusiones legislativas, como con la reciente Ley de Bases. A esto, Milei le suma el parate de la Obra Pública. La reactivación de la misma se hace a cuentagotas para casos puntuales. No es que antes no se negociaran inversiones de Nación en las provincias, pero la paralización total de nuevas obras supone una estrategia novedosa de sometimiento a los subestados. La recomendación de arriba fue que los gobernadores hicieran su propio ajuste y así fue ya que no contaban con mayor alternativa. Los caudillos, aunque elegidos con amplio margen, vieron como su electorado en las elecciones regionales optó por Milei en el balotaje. Sacar pecho haciendo alarde de chauvinismo no convino porque el respaldo al libertario seguía alto. El caso testigo fue Misiones con sus protestas de maestros, policías y bomberos.

El Centro no paseará por el norte argentino
En un comunicado difundido en las últimas horas, Hacemos Coalición Federal, el bloque liderado por Miguel Ángel Pichetto, confirmó su ausencia en la cita del martes. HCF está en una posición diferente a la de los gobernadores. Alegó que en el Día de la Independencia, quería mantener su Independencia…

Siendo un bloque integrado por ex cambiemitas, socialistas, lilitacarrioístas y algún que otro peronista federal, por ende, legisladores que no cuentan con el respaldo de un mandatario provincial y por tanto su territorialidad, su poder de fuego es menor. El grupo, llámesele del centro, expresó desde un primer momento una apertura a las reformas de Milei. Pese a que coincidió más en las consignas (reducción del déficit, eficiencia del Estado, brindar incentivos a la inversión extranjera), que en los detalles, (recorte excesivo, despidos injustificados, beneficios exagerados), acompañó la Ley Bases y acercó posturas. Quizás las motivaciones estuvieron relacionadas al espanto o el miedo de quedar pegados a dos significantes, a priori, nocivos: kirchneristas y/o obstruccionistas. Ahora les llegó el momento de despegarse, de construir iniciativa legislativa propia. Pero, al igual que parte del kirchnerismo o el macrismo, poco tienen para ofrecer a la sociedad ahora. La promesa del retorno a un pasado glorioso no es posible por la insignificancia histórica de sus integrantes. Lo de renovación y cambio poco podría creerse viniendo de actores de la política con cuatro décadas a cuestas como parte de la casta. La ambición del Pichettismo pareciera ser una especie de Centrão argentino. El Centrão es la expresión que se usa en Brasil para referirse al grupo de legisladores flexibles con los que se debe negociar para poder obtener leyes y avances en la gestión pública. Como puede intuirse por su nombre, su ideología es similar al “centro político”, más tirando al conservadurismo. Más allá de eso, poco se vislumbra en el horizonte del rionegrino pero las cosas pueden cambiar.

El Centro pero de la escena política

Parecía que el escenario político, dentro de su caos, se simplificaba después de las jornadas de debate parlamentario que desembocaron en la sanción de la Ley de Bases. Se suponía que Javier Milei y LLA ocuparían el centro, iniciativa en mano, el PRO se posicionaría como un engendro raro denominable como oficialismo dialoguista, la UCR y el bloque de Pichetto como oposiciones moderadas, el peronismo la oposición férrea. El vacío de Macri y de los pichettistas, en medio de la incertidumbre económica, atenta contra esta lectura.

La situación en el Gobierno es de extremo cuidado por los desbarajustes financieros de las acciones y bonos argentinos. Se esperaba una reacción favorable tras la sanción de la Ley Bases pero esta no llega. Al ruido financiero se suma el político. Federico Sturzenegger vuelve a la función pública por tercera vez. Son conocidas sus diferencias con el actual ministro Caputo por sus desencuentros durante la gestión de Macri. Las reiteradas aclaraciones de que no ocurrirá una nueva devaluación hacen crecer las sospechas de que así sucederá y esto a la vez pone en duda cuándo comenzará la reactivación económica.

Con cautela, el presidente bajó su tono. Además, fue a Camboriú a juntarse con Bolsonaro y su séquito. No es momento de agitar el avispero para el libertario. Resignar centralidad puede evitar más ruido mientras se decide cómo corregir el rumbo económico. La oposición aplica la máxima de no interrumpir a su adversario mientras se equivoca, pero aun así avisa que está y que algo conserva. Al fin y al cabo, el escenario vaciado, por las propias expectativas que este gobierno generó, no puede ser ocupado por nadie más que el presidente.