María Laura Martínez, fiscal de responsabilidad extracontractual, inició este jueves una serie de demandas contra propietarios rosarinos de islas del Delta del Paraná que se incendiaron.
Según justificó en la demanda, la fiscal entiende que hay responsabilidad de los dueños en la generación de daños indirectos, como por ejemplo, las afecciones que el humo genera en la salud e la población.
El escrito fue presentado ante el Tribunal Colegiado de Responsabilidad Extracontractual Nº 2. En todos los casos se trata de personas -físicas o jurídicas- con domicilio en Rosario, que resultan titulares registrales, poseedores, tenedores o propietarios dominiales de inmuebles en zona de islas (departamentos de Victoria y Gualeguay, de Entre Ríos), en los que se registraron quemas entre 2020 y 2022. El cruce de datos fue posible gracias a una serie de medidas de aseguramiento de pruebas que la Fiscalía viene realizando desde hace dos años, en donde se pidieron oficios a diversas dependencias oficiales, como Catastro de Entre Ríos y el Juzgado Federal de Victoria, entre otras.
Martínez explicó que el recorte realizado para esta demanda se debe a “la porción competencial que podemos abarcar”. Vale recordar que el Ministerio Público es un sujeto legitimado para la defensa del interés general: en este caso se trata del derecho a la salud de los habitantes de la ciudad de Rosario, incluso la de aquellos menores que no podrían iniciar individualmente una potencial demanda.
Para la fiscal, las islas del Delta Superior del río Paraná “están siendo sometidas a un ecocidio”, que no se logra detener y que genera que los rosarinos “seguimos respirando aire viciado”. Esta última aseveración queda fundamentada en el escrito por diversos informes que tomaron estado público en estos años, así como también por una declaración de Adriana Ipiña, directora del Grupo Calidad de Aire y Mediciones Satelitales de la plataforma de Estudios Ambientales y Sostenibilidad (Peas-CEI-UNR).
Ipiña, doctora en física de la atmósfera, sostuvo que existieron momentos en que Rosario superó 17 veces los valores máximos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) respecto a la calidad de aire para un período de tiempo determinado.