Un muelle cedió este martes a la tarde en la Terminal Puerto Rosario (TPR) y provocó la caída de una pala mecánica y su operador, quien afortunadamente se encuentra fuera de peligro. El hecho dejó al descubierto la falta de mantenimiento de la terminal portuaria. Mil trabajadores debieron ser suspendidos y el puerto quedó operativo solo en un 60%, por lo que muchos buques prefieren operar desde Buenos Aires.
Tras el hecho, la empresa –propiedad de la chilena Ultramar y la santafesina Vicentin- suspendió a todos sus trabajadores, que son unas mil personas entre sindicalizados y fuera de convenio, argumentando dificultades financieras para hacer frente al pago de salarios y aumentos paritarios.
La bajante, que quitó la presión del agua, sobre los viejos muelles franceses puso al descubierto décadas de falta de inversión en mantenimiento por parte de TPR con el visto bueno de la anterior gestión del Enapro durante los años de gobierno provincial del socialismo. En concreto, este nuevo hundimiento, que se puede ver en la foto y en el video, ocurrió el martes pasado.
Pero la situación se complicó ahora en el frente gremial. El miércoles, TPR tomó la decisión de cerrar el puerto suspendiendo a sus mil trabajadores (600 sindicalizados y 400 fuera de convenio) argumentando razones disciplinarias. Ya lo había hecho hace 10 días, pero luego dio marcha atrás ante el dictado de conciliación obligatoria por parte del Ministerio de Trabajo de la Provincia. Esta vez, la misma empresa pidió la conciliación, que se volvió a dictar, por lo que este mediodía volverá a estar activo el puerto. Este conflicto ocurre en medio de la discusión paritaria con el gremio de estibadores (Supa Rosario).