El Jefe del Centro de comunicaciones policiales el domingo vio movimiento en una garita, cuando se acercó vio una pareja venezolana junto a su nena se refugiaban allí.
Sin dudarlo, frenó su vehículo y se acercó a ver qué pasaba. “Vi a la criatura, muy chiquita. Tenía la ropa mojada, estaba pálida, durmiendo en el suelo con los labios morados. Le toqué las manitos y estaba helada”, comentó.
El oficial le preguntó a uno de los jóvenes si estaban esperando el colectivo y él le respondió que la intención era volverse a Venezuela porque hacía un año que estaban en Argentina haciendo changas. Vivían en Buenos Aires, trabajan en una plaza pero fueron asaltados. Se quedaron sin documentación y, por lo tanto, sin posibilidad de ser contratados por alguien.
El domingo tenían un pedazo de pan de duro, media botellita de agua y 120 pesos en sus bolsillos. “Habían dormido en un cajero automático la noche anterior y estuvieron caminando” por distintas rutas. Pidieron agua caliente en un Country de la ruta 34, pero nadie los ayudó, y los encontré yo”, dijo René.
El hombre calefaccionó la camioneta y le pidió a la familia que suban. “Había que salvarle la vida a la nena” que al momento de rescatarla tenía escarcha de hielo en su campera. Hoy están los tres viviendo junto a la familia de René, quien agradeció a toda la comunidad de Ibarlucea por la ayuda que les donaron durante estos días.
Jesús de 19 años, Joshe de cuatro y su mamá, también adolescente, están haciendo de nuevo sus papeles. “Habían tocado fondo. Se querían volver a su país y ahora buscan un hogar y un trabajo”, apuntó el policía que los rescató.
Mientras René sostenía upa a la nena, se emocionó y contó: “Llevo 25 años en las fuerzas de la institución y vi muchas cosas malas o feas en mi trabajo, y ese día vi a esta nena a punto de morir de frío y la pude salvar”.
Para quienes puedan o quieran ayudar a la familia de Venezuela que hoy están apadrinados por el policía que los encontró, pueden contactarse al 3416036602.