La provincia de Córdoba es una de las más elegidas a la hora de vacacionar, aprovechar un fin de semana largo o hacerse alguna escapada para disfrutar del aire puro, del paisaje de las sierras y de la gran cantidad de arroyos, playas y lugares para refrescarse.
Claro que uno de los problemas que a veces suelen generarse en este tipo de lugares de relax, son las personas que llegan de viaje con una opción mucho más ruidosa de vacaciones, como un parlante a todo volumen pasando los hits del momento.
Justamente para evitar la contaminación auditiva, las autoridades de Cuesta Blanca definieron inicialmente prohibir la emisión de “ruidos, vibraciones, bocinas, música y uso de maquinarias”, a excepción de las de mantenimiento de parques, jardines o las utilizadas en obras públicas y privadas.
Sin embargo tiempo después el municipio cordobés fue un poco más allá y prohibió escuchar música a volúmenes elevados. “Tuvimos buena repercusión y los vecinos están de acuerdo. Esto es por el bien de la gente que viene a escuchar el sonido del agua y el canto de los pájaros”, comentó la jefa comunal del área Ana Gaitán.
La medida tiene como objetivo cumplir uno de los fines que buscan los que eligen esta localidad como centro de descanso.