Organizaciones ambientalistas y vecinos de Rosario hicieron este domingo una movilización en Oroño y el río, para exigir el inmediato cese de las “quemas intencionales” en las islas del delta del río Paraná, que ayer cubrieron de humo y cenizas a ciudades del sur de Santa Fe.
La marcha se extendió por Avenida Rivadavia hasta Santiago, y concentró a varias decenas de vecinos y militantes de organizaciones ecológicas, indignados tanto por la destrucción ambiental padecida en los humedales como por la falta de reacción en el gobierno nacional y los representantes legislativos.
Los incendios en zona de humedales e islas ubicadas en jurisdicción de Entre Ríos se han recrudecido esta semana, quemas que son combatidas por brigadistas de Santa Fe y esa provincia, con la ayuda de un avión hidrante.
Los focos de fuego más importantes se encuentran “hacia el norte de la traza vial (Rosario-Victoria) a la altura del kilómetro 7”, precisó hoy un vocero de la organización ecologista “El Paraná No se Toca”.
Este sábado, y por efecto del viento norte, una densa cortina de humo y cenizas afectó a las poblaciones de Rosario, San Lorenzo, Granadero Baigorria y Capitán Bermúdez. A través de distintas redes sociales, los vecinos de Rosario y la zona manifestaron innumerables quejas por el humo que tornaba irrespirable el aire.
El intendente de la ciudad, Pablo Javkin, se expidió sobre el tema en su Instagram: “Rosario está invadida por el humo y seguimos sin ley de humedales”. Además, dijo que ampliará la denuncia que viene realizando el municipio por el tema y que exigirá la detención de los responsables de las quemas.
“A raíz de las quejas de los vecinos por el humo y las cenizas de ayer, nos convocamos hoy para exigir que pongan fin a los incendios intencionales en las islas del delta”, dijo la ingeniera Ambiental, Cecilia Quaglino.
Quaglino, que integra el Movimiento global ‘Fridays for Future’ (viernes por el futuro), señaló además que “hace dos años que padecemos estos incendios intencionales y nadie hace nada”.
En tanto, y según estimaciones de la agrupación ecologista El Paraná No se Toca, en base a imágenes satelitales, solo ayer se quemaron 1.500 hectáreas de humedal.
“El área afectada es la misma que se quemó en el año 2020, pero luego, por las lluvias de primavera, la vegetación volvió a reverdecer. Ahora en invierno se secó y es lo que prendieron fuego”, afirmó Pablo Cantador de El Paraná No se Toca.