Hace unos meses una serie documental de Netflix volvió a poner en boga la historia de Emanuela Orlandi, la adolescente de 15 años que vivía con su familia dentro de predio de El Vaticano y que misteriosamente desapareció luego de haber concurrido a una clase de flauta traversa en un instituto que quedaba pegado a una iglesia del Opus Dei cercana a Piazza Navona.
La joven era hija de un empleado de la Santa Sede y luego de su desaparición, la policía italiana investigó el caso durante algún tiempo sin haber tenido ningún avance en la causa, terminando por archivar la causa, tal cual lo grafica el documental de Netflix.
Hubo pistas de todo tipo que intentaron seguir distintas líneas posibles de investigación, se habló de una relación con el atentado a Juan Pablo II en 1981, de servicios de espionaje, de una banda criminal romana y hasta incluso hubo una línea vinculada a sectores de la sociedad opuestos a la Iglesia Católica quienes critican la opulencia de la Santa Sede y otra que apuntaba a una supuesta red de pedofilia y orgías y otros abusos situados en el centro de la institución religiosa.
En julio de 2019, en medio de gran clamor y sobre la base de algunas señalaciones de la familia Orlandi, que nunca bajó los brazos, fueron abiertas dos tumbas en el cementerio Teutónico del Vaticano y otra en la sede de la nunciatura apostólica de Italia, sin resultados, tal cual lo explica Elisabeth Piqué, corresponsal en Italia del Diario La Nación.
En el año 2020 la familia envió una carta al Papa Francisco solicitando la investigación del caso, para poder saber que pasó con su hija, brindando detalles de la situación y poniendo a disposición material recolectado durante tantos años por la familia Orlandi. En su momento Francisco se comprometió a hacer todo lo posible para esclarecer la situación y finalmente 40 años después, por primera vez habrá una investigación oficial a cargo del Vaticano.
La periodista del periódico argentino en Italia expresó que “esta decisión, significó una verdadera victoria para la familia de la joven, que desde hace décadas busca saber qué pasó y que está convencida de que en el Vaticano tienen que saberlo, en verdad no tuvo que ver con la serie de Netflix. Fue el papa Francisco quien decidió intervenir y le dio luz verde a una investigación que llevará adelante el promotor de Justicia del Vaticano, el abogado penalista Alessandro Diddi”.
Según el periodista Gian Luigi Nuzzi, autor de varios libros sobre el Vaticano, el propio Francisco impartió la orden de: “Hagan todo lo que se pueda hacer para entender qué le pasó a esta pobre chica. Si hay responsabilidades, deben ser verificadas”.