En el barrio de El Mangrullo, en la zona sur de la Ciudad, los vecinos enfrentan serios problemas debido al deficiente servicio de recolección de residuos. Desde el 24 de diciembre, el sistema mostró grandes falencias, generando acumulación de basura en los volquetes y un entorno insalubre que afecta a más de 500 familias.
Los vecinos afirman que el camión recolector pasa con poca frecuencia y, cuando lo hace, no retira la totalidad de los residuos. “De los cinco volquetes que hay en el barrio, solo se llevan uno o dos, dejando los otros desbordados”, comentó un vecino en diálogo con VersiónRosario. Esta situación ha derivado en un microbasural en las inmediaciones, con olores nauseabundos, moscas y gusanos, que se agravan con las altas temperaturas del verano.
La falta de mantenimiento adecuado ha obligado a los habitantes a permanecer dentro de sus casas, ya que estar al aire libre resulta insoportable. “El olor y las moscas no te dejan en paz. Hay personas mayores y con problemas respiratorios que no pueden convivir con esta situación”, explicaron.
Reclamos ignorados y malos tratos
Los vecinos han presentado múltiples denuncias con evidencia fotográfica y videos ante el Distrito Sur, pero hasta ahora no han obtenido soluciones. “Nos dijeron que iban a tomar cartas en el asunto, pero todo sigue igual. Incluso cuando pedimos que se lleven los residuos desbordados, los empleados nos contestan mal y nos tratan con desprecio”, señalaron.
La comunidad también denuncia que al intentar documentar el mal estado del servicio para presentar reclamos en plataformas como el “Crimen Urbano”, reciben insultos y hostigamientos por parte de los encargados de la recolección.
Impacto en la salud y el ambiente
La situación no solo afecta la calidad de vida, sino que también representa un riesgo sanitario significativo. “Con el calor, la basura acumulada genera infecciones y pone en peligro a los niños que juegan cerca de los bolquetes desbordados. Incluso hemos encontrado jeringas y otros elementos peligrosos”, advirtieron.
El barrio cuenta con seis bolquetes distribuidos estratégicamente, pero la falta de regularidad en la recolección ha hecho que se transformen en focos de contaminación. “Es inaceptable que tengamos que vivir así. Pedimos una solución urgente”, concluyeron los vecinos.
El reclamo persiste, pero la solución parece estar estancada en una cadena de promesas incumplidas y falta de respuesta por parte de las autoridades responsables.