Las picadas son un verdadero calvario para los vecinos de Costa Alta, en la zona norte de Rosario. Pese a los reiterados reclamos de los habitantes y los operativos de control, grupos de jóvenes en motos y autos se congregan todas las madrugadas, haciendo imposible el descanso de los vecinos del lugar que afirman estar “desesperados por la situación”.
Según el relato de Federico, uno de los damnificados por los encuentros en la vía pública, las reuniones se dan entre las 2 y las 5. “Es un grupo organizado. Tiene una página por la cual se comunican y se reúnen”, comentó.
“La verdad que estamos desesperados como la otra vez. Ya no sabemos qué hacer, a quién pedir la ayuda”, expresó.
A las picadas de autos y motos se le suma la “música con volúmenes altísimos, al punto de que tiemblan las paredes de las casas”, señaló. “Los días que se reúnen no podemos dormir. No se puede estar directamente”, agregó.
Sobre los reclamos realizados, comentó: “Nosotros hacemos la denuncia al 147. El control urbano viene, pasa, mira y sigue largo”.
“En un par de ocasiones han entrado al estacionamiento de Costa Alta y le han pedido que se vayan. Pero eso pasa en algunas ocasiones. Enfrente del estacionamiento pusieron un móvil policial. Un destacamento móvil, es como un tráiler. Pero ellos nos dicen que no pueden hacer nada”, cerró.