El vino durante mucho tiempo fue como el tango, símbolo de una argentinidad que no permitía que ninguna modernidad o posmodernidad se atreviera a “tocarle un pelo” a su historia y su tradición. Cuando alguién se atrevía a hacerlo, ahí aparecía “la cofradía” a defender los valores de la historia y la tradición.
Sin embargo con el tiempo, las nuevas generaciones han logrado romper algunas barreras y así como el tango hasta se ha vuelto electrónico, el vino ha empezado a jugar con sus cortes, con sus etiquetas y con sus envases.
En este punto la teconología no solamente ha llegado para quedarse a los procesos de producción, sino también que aparece en forma de código qr en algunas marcas que se atreven a ir un poco más allá de las descripciones que permite el envase.
El caso de Mosquita Muerta por ejemplo, que en su exitoso Cordero con Piel de Lobo permite el juego de una pequeña animación al apuntar el celular hacía el código qr que aparece en la etiqueta, o “la magia” que propuso Kadabra de la misma manera para brindarnos un poco más de información del producto.
Sin lugar a dudas la mayoría de las personas que compran un vino hoy en Argentina, son de leer detalles en la etiqueta, y de interesarse al menos un poco más sobre la historia, la cepa o cualquier detalle cultural que venga de la mano del brebaje elegido. En este plano, el vino y la música han estado emparentados históricamente y justamente hoy el código qr de spotify permite que se puedan empezar a musicalizar vinos. La lista musical que propone por ejemplo el vino ahumado “El Sensei” es una opción de vanguardia, que si bien quien suscribe lejos hubiera estado de elegir a Agapornis o Rombay para compartirlo, no deja de ser interesante en cuanto a propuesta.
Los vinos musicales, con posibilidad de compra online in situ ya son una realidad en el mercado y quizas sea cuestión de tiempo nomas, para que imaginemos que un vino además de tener un sabor, tenga una música, algo asi como “este malbec, es un vino de reserva, con un paso por barrica de roble francés y por eso… suena así”.