La concejala Anahí Schilbelbein expresó su malestar tras la breve oportunidad que tuvo para exponer un proyecto en la comisión de Obras Públicas del Concejo Municipal de Rosario. El proyecto, elaborado junto al edil Carlos Cardozo, busca prohibir la actividad de los cuidacoches en eventos masivos de la ciudad. Según Schilbelbein, solo se le concedieron 30 segundos para presentar la iniciativa, lo que desató una controversia. Como resultado, la comisión de Labor Parlamentaria tratará el tema la próxima semana.
Schilbelbein, quien no forma parte de la comisión de Obras Públicas, relató la situación en su perfil de X (antes Twitter). En su publicación, la concejala radical escribió: “Esperé una hora para hablar solo 30 segundos sobre el proyecto para prohibir a los trapitos en eventos culturales masivos. Es un tema que requiere debate, pero parece que algunos ediles prefieren evitarlo”. El expediente 272656, al que hace referencia, propone la prohibición de la actividad de los cuidacoches o “trapitos” en grandes eventos culturales en Rosario.
La concejala explicó que había solicitado prioridad en el debate del proyecto, pero pese a estar en el segundo lugar del orden del día, solo le dieron unos segundos al final de la sesión. “A raíz de esto, ayer se llevó a cabo una reunión de Labor Parlamentaria, y la semana próxima se comenzará a discutir el proyecto, o eso esperamos”, declaró. Schilbelbein insistió en la importancia de tratar el tema, subrayando: “Debemos abordar lo que realmente preocupa a la gente”.
La edila también resaltó que la problemática de los trapitos en Rosario lleva más de una década sin resolverse. “Es increíble que en nuestra ciudad este asunto ni siquiera se discuta”, criticó. Asimismo, sostuvo que su propuesta es viable si se trabaja de manera coordinada con el Ministerio de Seguridad provincial y la Secretaría de Control municipal. Para Schilbelbein, la prohibición de los cuidacoches en eventos culturales es esencial, especialmente con la gran cantidad de actividades que se avecinan en octubre, como el cumbión, el festival Bandera, y los conciertos de María Becerra y Fito Páez. “Estos eventos atraen a muchos turistas, y hemos notado que la falta de control sobre los trapitos deja a la gente con una sensación amarga después de los espectáculos, debido a las presiones que ejercen”, explicó.
Sobre la implementación de la prohibición, Schilbelbein mencionó las acciones que ya lleva a cabo el Ministerio de Seguridad junto con el área de Control. Como ejemplo, señaló lo sucedido el fin de semana en el anfiteatro, donde no se permitió la presencia de trapitos y aquellos que se negaron a retirarse fueron demorados.
